inferir que son mercados, formas de comercialización y medios de publicidad diferentes”. Tampoco son productos ni servicios complementarios ni sustituibles entre sí, dado que las características, destinatarios o consumidores y finalidades de ellos difieren y entre los productos y los servicios identificados por las marcas objeto de comparación no existe relación o conexión competitiva que induzca a confusión al público consumidor.