Acelerar el desarrollo de energía sostenible podría proporcionar a la región de América Latina una estrategia a largo plazo para abordar la desigualdad social, el acceso a la energía y la seguridad energética. Las energías renovables también pueden estimular el crecimiento del uso de tecnologías de energía limpia en los sectores industrial, agrícola, manufacturera y transporte, al tiempo que reducen las emisiones de carbono de la región en un 21% para el 2030 en comparación con los niveles actuales, contribuyendo así a los esfuerzos mundiales de descarbonización en consonancia con el Acuerdo de París. En este contexto, OLADE e IRENA promoverán la inversión y el financiamiento de las energías renovables, así como la integración energética de la región.