reconocieron montos por las utilidades dejadas de percibir; se precisa que en este caso la autoridad judicial demandada, al no encontrar probado el perjuicio por “pérdida de oportunidad”, ni tampoco lo dejado de percibir, no podía válidamente dar aplicación al precedente referido, porque se determinó que como la parte accionante ejecutó las obras con posterioridad a la fecha pactada, el departamento de Boyacá contratante, advirtió que las mismas no serían tenidas en cuenta. De modo que, al evidenciarse que no había lugar al reclamo de dichos dineros, no existía relación con los hechos de las sentencias referidas como omitidas, pues en aquellos casos el Consejo de Estado discriminó cada situación en concreto, lo que le llevo a concluir en cada uno de los pronunciamientos, que en efecto debía reconocerse el monto que se acercara a la utilidad dejada de percibir, por los motivos concretos.