a las acreencias laborales, sin perjuicio de los gastos generados por el fideicomiso.
En el proceso de liquidación de la ESE Antonio Nariño no se pagó la totalidad de los créditos que la entidad tenía a su cargo, al punto de que se constituyó un patrimonio autónomo de remanentes para que, una vez finalizada la gestión del liquidador, asumiera los pagos pendientes, “con cargo a los recursos de las correspondientes RESERVAS”, las cuales estaban destinadas
a las acreencias laborales, sin perjuicio de los gastos generados por el fideicomiso.