El concepto de la SIC destaca que la regulación vigente en consumo se aplica sin distinción al uso de IA en servicio al cliente, términos, condiciones y publicidad, exigiendo transparencia y protección al consumidor. Los productores deben proporcionar información clara y veraz, garantizando derechos y evitando riesgos del uso de IA. No hay normas específicas que restrinjan la IA, pero el marco actual exige un uso racional y responsable, protegiendo al consumidor y su derecho a la información. La Entidad exhorta a una cultura de transformación digital y a la adopción ética y sostenible de IA conforme a políticas nacionales.