La SIC recomendó fortalecer la justificación del reglamento técnico, delimitando su aplicación exclusivamente a medidores de agua potable residencial (fría y caliente). Sugiere incluir directrices claras sobre los documentos válidos para acreditar excepciones, así como criterios para que la autoridad evalúe su validez, incorporando estas recomendaciones explícitamente en el acto administrativo. Además, se destaca la necesidad de equilibrar la regulación para garantizar calidad y protección al consumidor sin afectar injustificadamente la competencia, reconociendo que la reglamentación implicará ajustes y costos para productores e importadores. La SIC enfatiza la importancia de un marco técnico que promueva transparencia, confianza y prevenga conflictos contractuales, siempre buscando que las restricciones sean razonadas y proporcionales al interés general.