El proceso de normalización pensional por reestructuración (fusión por absorción) cuando la empresa absorbida tiene un pasivo pensional se rige por dos regímenes: obligatorio y voluntario. En este contexto, la fusión implica la disolución de la empresa absorbida, pero no su liquidación, ya que se produce un traslado universal de activos y pasivos a la empresa absorbente, que asume todas las obligaciones. La empresa absorbente puede acceder al régimen voluntario en cualquier momento, cumpliendo con requisitos previos. La Superintendencia de Sociedades revisa y autoriza el mecanismo elegido, previa aprobación del cálculo actuarial y concepto favorable del Ministerio de Trabajo, quienes evalúan la capacidad financiera para asumir las obligaciones pensionales. Este proceso busca garantizar el pago oportuno de las pensiones y asegurar la continuidad del derecho pensional en el marco legal vigente.