Los títulos podrán ser denominados en moneda extranjera y su emisión solo requerirá un decreto que fije el monto y condiciones. El remanente no utilizado en 2025 podrá ser utilizado en 2026, y el decreto rige a partir de su publicación, derogando disposiciones contrarias. Las características financieras y condiciones de colocación serán determinadas por el Ministerio de Hacienda y Crédito Público.