“Este encuentro, que nos reúne en un espacio de estrecha conexión e historia con el río Magdalena, convoca a los territorios y a sus habitantes, que han permanecido en constante unión con la naturaleza; llama a quienes ejercen la magistratura, a quienes integran diferentes instancias de decisión en nuestro Estado y a quienes piensan y actúan desde la academia, porque un mejor relacionamiento con la naturaleza es una apuesta conjunta y decidida por un futuro posible y respetuoso. Invita también a la comunidad internacional, porque –como nos enseña el agua que transita por los ríos– la naturaleza no tiene fronteras, y en la solidaridad y en la empatía se encuentran claves mundiales para comprender que todo aquello que hacemos aquí y ahora, tiene un impacto, actual y futuro, en los demás sitios del planeta”.