Durante el 2020 los activos financieros presentaron una alta volatilidad a raíz de la incertidumbre asociada con la pandemia del Covid-19. Luego que la pandemia forzara a la mayoría de gobiernos a nivel global tomar medidas de aislamiento al final del primer trimestre de 2020 (1T20), la economía global y con ella los mercados financieros presentaron un rápido deterioro. A nivel local, se registraron niveles mínimos históricos de los índices de confianza empresarial y del consumidor, se observó una fuerte contracción de las ventas al por menor, la producción industrial, y la actividad económica en general, así como el deterioro de las expectativas de crecimiento e inflación en el mediano plazo. La tasa de cambio peso colombiano-dólar se depreció 4,7%, siguiendo el comportamiento del precio del petróleo y demás monedas de países emergentes.