De acuerdo con el decreto, el sistema de pago de bajo valor, reúne las transacciones y pagos entre personas naturales o jurídicas, comercios, entidades estatales, patrimonios autónomos y otros agentes de la economía, esencial para el adecuado funcionamiento del sector financiero y para aumentar la eficiencia y formalidad de la economía y contribuye, además, a la transformación digital del Estado y de la sociedad.