La metodología para su asignación implica realizar subastas entre las plantas generadoras que demuestren energía firme. Estas subastas permiten a los agentes proponer precios y cantidades de energía firme, con la CREG realizando un balance energético que evalúa oferta y demanda. Los requisitos para las centrales incluyen demostrar capacidad de entrega continua de energía, auditorías sobre contratos de combustibles, pruebas de disponibilidad y ajuste a las categorías de participación según sus características y condiciones. Esto asegura que el sistema mantenga su confiabilidad ante la demanda proyectada.