Las entidades deben realizar estudios previos en dos momentos específicos: antes de la apertura de un proceso de selección y antes de la firma del contrato en caso de contratación directa. Estos estudios deben determinar la verdadera necesidad del contrato, las modalidades existentes para satisfacerla, y las especificaciones y características de los bienes o servicios a contratar. Los estudios previos deben incluir la determinación del objeto a contratar, sus especificaciones, y el valor estimado del contrato, junto con la justificación correspondiente. Esto implica un análisis del mercado y de los potenciales oferentes. Se debe evaluar los costos, valores y alternativas que podrían demandar la celebración y ejecución del contrato, así como la disponibilidad de recursos y la capacidad financiera de la entidad para asumir las obligaciones de pago.
Es fundamental identificar la existencia y disponibilidad de proveedores, constructores o profesionales que puedan satisfacer los requerimientos establecidos. Los estudios y documentos previos deben ser el soporte para elaborar el proyecto de pliegos y el contrato, y deben estar disponibles al público durante el proceso de contratación. Esto incluye la descripción de la necesidad, el objeto a contratar, la modalidad de selección, el valor estimado, criterios de selección, análisis de riesgo, y garantías. La planeación debe estructurarse dedicando tiempo y esfuerzo para asegurar que los procesos de contratación satisfagan las necesidades de la administración y logren la eficiente prestación de servicios públicos.
Descargar Documento